lunes, 10 de septiembre de 2012

Dia 11: El precio de ayudar


 "Lo que cada hombre obtiene depende del sacrificio que haya realizado"

 Buenas tardes! después de una pausa para alinear las neuronas antes de empezar la universidad he vuelto a releer mi diario y debo confesar que no estoy siendo del todo sincero con vosotros.
¡Esta entrada os dará una visión de mi día a día mucho más egoísta, pero creo que igualmente humana e imprescindible!
Ayudar en África tres semanas te hace crecer, pero toda una vida dedicada a luchar contra la pobreza es un acto de valor incalculable.

Por la mañana te despiertas sucio, con los músculos doloridos por el trabajo acumulado y el sudor de la tienda. 20 minutos después desayuno rápido y 4 horas de trabajo en frente, a 1500 metros de altitud y con anemia por la medicación contra la malaria. Al final, las carretillas vuelvan y tiemblas tanto que el pico no logra perforar el cemento.





Pero aún peor es el desgaste psicológico. Los niños que te motivan para continuar adelante se abalanzan contra ti con los brazos abiertos. Su carencia afectiva te destroza, derrumbando todos los cánones que marcan tu vida de lujo y arrogancia. 

Al poco de llegar a Lugazy comencé a darme cuenta de la miseria y crudeza que esconde su rutina. Día a día vuelven a jugar con las mismas heridas sin cicatrizar, la misma camiseta sucia y los mismos problemas que tenían antes de tu llegada.


El ocio, el descanso o la electricidad son lujos que pocas veces puedes permitirte. Las historias de este blog tienen mucho trabajo y sudor detrás... entenderme, no quiero colgarme medallas, solo contar la historia entera y sin censura.

Un campo de trabajo es una cura de humildad y una oportunidad única, pero el desgaste que conlleva dejar tu vida entera por ayudar a los demás eleva la condición humana. Médicos o misioneros son ejemplos de fuerza y sacrificio, como mínimo, comparables a los deportistas que hace un mes desfilaban en Londres. Es triste que no se les dedique más que una lectura rápida a través del diario de un adolescente.

Un abrazo y perdón por el retraso!: Carlos



"action speaks louder than words"

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