Dia 15: Amigos para siempre

"Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a hacer un ingrato"

 Último día completo en Lugazy. El punto y final a nuestra labor de cooperantes, pero tambien el comienzo de una nueva vida, de una nueva actitud frente a los demás y de un cambio radical en nuestra motivaciones e inquietudes.

Para no andarme más por las ramas; hoy es un día que recordaré siempre, y estoy orgulloso de compartirlo con vosotros.

Madrugón de esos que saben a gloria. Por primera vez miré la ropa de trabajo apilada frente al saco con cierta nostalgia. Camino del colegio repasé cada curva, disfrute de cada paso y sonreí al notar la protección solar, el relec y la visera sobre mi cabeza. Un ritual que repetí cada mañana antes de abrir la tienda, aún adormilado y totalmente zombi.

Al llegar a la escuela los niños volvieron a a correr hacía el grupo, abrazándonos y saltando hacia nuestros hombros. Esta vez note que eran más numerosos que de costumbre. Camuflados entre cabezas rapadas vi a niños sin uniforme, los mismo que sin comida, sin dinero y aveces sin padres aparecían por la tarde a ayudarnos en la obra.
Mi palmera y las del resto de españoles no solo tienen grabado nuestros nombres, también incluye a cada uno de los que habeis ayudado desde España:



Los profesores, ex universitarios, que viven en las mismas chabolas que el resto de Lugazy, llamaron a TODOS los niños, asegurándose de que no faltase nadie en nuestra despedida y dando una nueva lección de entrega por los demás y amor por su trabajo.

Mientras los niños ensayaban canciones y poemas, nosotros transportábamos carretillas cantando y bailando al ritmo de la macarena. ¡La hora y media de trabajo antes de la despedida se paso volando!

Entramos en una de las aulas donde días atrás coloreamos, reimos y aprendimos con los niños. Expectante y algo emocionado me senté entre mis camaradas de trabajo y madres que sonriendo nos recibieron con sus mejores vestidos.

El acto dio comienzo con musulmanes, protestantes y católicos rezando juntos. Después, tan pobres como siempre, pero con la cabeza alta y repletos de orgullo recitaron el himno nacional de Uganda.
Por clases cantaron y actuaron durante 40 minutos. La canción de bienvenida, un poema sobre el SIDA o las palabras de los niños de tres años, vergonzosos detrás de la profesora, fueron recibidos con una sonora ovación y algún que otro par de ojos empañados.

Luego llego el turno de los discursos. Las profesoras y Father Anthony primero, y un colectivo de madres después, nos dieron las gracias sin aspavientos, con la paz y tranquilidad que caracteriza a este pueblo, con una sinceridad y un respeto conmovedores.

Para terminar el plato fuerte, un intercambio de regalos y sonrisas. Nosotros repartimos cada boli, cada libreta y cada pegatina traida desde España y ellos plantaron un árbol en honor a cada cooperante.

 Papa, mama, Jorge, abuela, Pacuca, Irene, vecinos, Insua, Robert, Gil, Isa, Luisa, Fati, Paxtón, Didi, Fito y Xavi sentiros orgullosos porque habeis regalado a decenas de familias material escolar y esperanza.

 Se que no es lo mismo que vivirlo en persona, pero espero que estas fotos y videos os ayuden a seguir colaborando en el futuro por construir un mundo más justo y solidario.

Nada mas y nada menos en mi última noche como currante. Un abrazo y gracias: Carlos

Amigos para siempre  

Means you'll always be my friend 

Amics per sempre  Means a love that cannot end  

Friends for life  Not just a summer or a spring 

Amigos para siempre